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viernes, 9 de noviembre de 2012

AQUELLOS CAMPOS DE FÚTBOL HISTÓRICOS DE BIZKAIA




A la izquierda Las Vegas o Campa de los Ingleses,archivo Athletic Club de Bilbao.

Este es un pequeño homenaje a José María Hernani(José de Trauko) el nombre que usaba cuando escribía los artículos deportivos en el Excelsior.
Este periódico inició su andadura el año 1924 de la mano de Jacinto Miquelarena como director.Con periodistas de gran categoría como:Juan Abando"Egas",Alejandro de la Sota,Manuel Serdan,Cesareo Sarduy,F.G. de Ubieta,Indalecio Ojanguren"Ojo de Águila"montañero,fotógrafo y periodista,Juan Irigoyen y muchos más.Era un  periódico dedicado casi en exclusiva al deporte.
En el año 1931 pasó a llamarse Excelsius,como director figuraba Basterra"Aitona"periodista y pelotazale.
La guerra civil malogró el proyecto futuro de este gran periódico.



José María Hernani(José de Trauko)
del Blog de Anasagasti
Estos artículos los publicó José María Hernani(José de Trauko) en el año 1933 en el Excelsius, vamos allá:



Inauguración 24 de Mayo de 1914,Revista Novedades
Archivo La Sociedad Bilbaína




LOS CAMPOS HUMILDES DE VIZCAYA 18 de Marzo de 1933
KIROLOKIETA,lugar encantador.En el actual aeropuerto de Sondika.En él jugaba el equipo, Asua Txiki y luego el Amaika-Bat.Se inauguró el 24 de Mayo de 1914 y era de la Juventud Vasca,próximo al nacionalismo.Actuaron unos palankaris llamados Venancio Guerricabeitia y Francisco Alcibar.
Es muy posible que haya algunos vizcaínos,que desconozcan o no se acuerden de aquél campo de deportes que se llamó Kirolokieta.Y sin embargo este rinconcito del Valle de Asúa fue testigo durante mucho tiempo de las aficiones y de los entusiasmos apasionados de legiones de jóvenes bilbaínos,que solían las mañanas domingueras hacer deporte al aire libre.
Kirolokieta fue preparado,mejor dicho construido hace bastantes años por la Juventud Vasca de Bilbao,para la expansión de sus numerosos asociados que ansiaban tener un lugar de esparcimiento y diversión.
Había escasez de campos deportivos en Vizcaya y aquél venía a llenar un vacío que se dejaba sentir en la colectividad que lo creaba.
Ocupaba un lugar delicioso en plena naturaleza,rodeado de huertas verdeantes,con un horizonte casi ilimitado,que daba la sensación de una invitación a marchar a correr siempre adelante sin descanso,en un afán interrumpido de ejercicio.
Aire puro por todos los costados,brisas del mar,que los ojos podían adivinar a distancia,hacían del campo un lugar delicioso por su tranquilidad y ambiente apacible.
Muchas veces hemos asistido a Kirolokieta en nuestros años mozos e infantiles y recordamos con agrado las fiesta y pasatiempos simpáticos,agradables que allí celebramos.
Aquella generación de jóvenes,de niños que pasó por el campo de Sondica,hoy en día muchos de ellos son elementos destacados en el deporte,en los negocios,en el periodismo o en la política,a donde les han llevado los vaivenes de la vida,según sus disposiciones o preferencias.
Lo que resulta cierto es que los que vivimos aquellos tiempos de Kirolokieta jamás podremos olvidar de los ratos efusivos de hermanación que allí pasamos.
Había dos medios de locomoción para llegar al campo de Sondica aunque bastante pesados y pacienzudos.Uno el famoso coche de San Fernando,una vez a pie.....
Este era el preferido nuestro porque resultaba el más barato y no había que sujetarse a ningún horario determinado.
Además la sangre moza nos ardía en la venas y entonces nuestras piernas tenían pólvora fulminante,por lo que resultaba deprimente hacerse el holgazán.
El otro medio era aún más violento y cansado pues se sabía cuando se salía,pero no se podía adivinar la hora de llegada.A las siete de la mañana se montaba en la "chocolatera" ferrocarrilera,y de "chiqui,chaca",chique,chaca soplando la máquina hasta reventar sus pulmones tísicos se traspasaba el monte Archanda con muchos apuros,remojados por el agua y con los físicos desconocidos por las emanaciones del aliento del monstruo de hierro.
En el tren iban los comodones o los que su resistencia al cansancio era limitada.Probablemente eran también los que menos se movían en sus evoluciones  por Kirolokieta,quienes hubiesen preferido por ejemplo jugar al foot-ball sentados en una butaca.
Lo mejor de Kirolokieta era el vestuario de los jugadores o deportistas que acudían allí para hacer ejercicio físico.Un caserío cercano al campo donde florecían dos robustas neskas sanas,como sabrosas manzanas y guapas hasta la exageración.
Ellas se ocupaban de cuidar la ropa de sus pupilos ocasionales,de remendar algún siete o curar cualquier costurón producto de una patada.
También como perfectas neskatxas sabían preparar unos desayunos morrocotudos,que entre el cansancio de la jornada y el panorama facial que ofrecían las cocineras sabía a gloria.
Como muchas veces los desayunos se prolongaron impensadamente y se quedaban convertidos en comidas y hasta en cenas.Todo por el encanto de aquellas aldeanas llenas de simpatía y atractivo.
Pasó el tiempo se casaron y se marcharon del caserío dejando un vacio en Kirolokieta que nunca se volvió a llenar.
Todos nos olvidamos un poco de aquél campo que vio tan veces a la muchachada bilbaína haciendo salud física y hasta espiritual en aquellos encantadores lugares.
Y no se crea que en Kirolokieta solo evolucionamos los hospicianos del deporte.También soportó sobre su césped las pisadas de los Belauste,Eguía,Hurtado y demás grandes jugadores de la antigua hornada gloriosa.
El día de su inauguración hubo pruebas atléticas y entre ellas carreras de cien metros y salto de altura.
Podemos asegurar que estas fueron las primeras pruebas de atletismo que hemos practicado en nuestra vida.
La carrera de cien metros tuvo la originalidad de que se corrió sin eliminatorias,es decir por el procedimiento más expeditivo conocido.Cincuenta o sesenta muchachos alineados,sin necesidad de cortar ninguna cinta de llegada,que se clasificarían a ojo de buen cubero.Cuestión visual de los jueces.




De la revista Novedades,archivo Sociedad Bilbaína

Hubo también como decimos,un concurso de salto de altura y palabra de honor que los participantes no quisieron batir ningún record del mundo,con la técnica que demostraron.
Si mal no recuerdo quedó campeón José Mari Belauste,con 1,55 metros,alcanzados a fuerzo de potencia.
Kirolokieta fue el lugar donde una legión de jóvenes vigorosos se aficionaron al deporte del lanzamiento de la barra vasca.
El día de la inauguración se celebró el campeonato de esta especialidad con numerosos participantes,y en vista de que este deporte vasco poseía todas las mejores condiciones de ejercicio corporal y visualidad,quedó convertido el campo de Asua en centro de las aficiones vizcaínas de la barra.
Como es natural también nosotros participamos de aquél entusiasmo,que por cierto nos llegó a costar algún disgusto,ya que lo practicábamos sin cuidarnos de tomar las precauciones necesarias para evitar desgracias.
En una ocasión en que,en unión de otros muchos nos entrenábamos pegamos a un compañero semejante cacharrazo con la porra de la barra en la cabeza que cayó sin sentido,como tocado por un rayo.No quedó muerto en el acto porque la herida había sido ligeramente superficial y,aunque tardando mucho pudo reaccionar.
El susto que recibimos en aquella ocasión,jamás lo hemos olvidado y nos sirvió de prevención para el futuro.
En Kirolokieta se ejerció el gran palankari Guerricabeitia,de Baracaldo y formó excelentes discípulos que durante mucho tiempo practicaron este deporte vasco incomparable.
Hace tiempo que no hemos pisado el antiguo campo de Sondica,pero creemos que en él se ejercitan los morroskos de los alrededores en su afición favorita el foot-ball.
¡Que bien le vendría dedicado a campo de rugby en cuyo deporte podían hacer maravillas los fornidos muchachos de nuestras aldeas.
 FIN


Primer campo de Fútbol del Athletic,LAMIAKO

UN RECUERDO DE LAS VEGAS O LA CAMPA DE LOS INGLESES- 9 de Marzo 1933
Como Lamiaco,también el campo de las Vegas o la campa de los Ingleses,como igualmente se le llamaba,ha sido un lugar histórico y lleno de recuerdos para los que allí aprendimos a corretear con un balón y dominar más o menos el  dribling,verdadera pesadilla de nuestra vida futbolística.
La campa de los Ingleses ha sido la escuela y el aprendizaje de varias generaciones de jugadores vizcaínos.
Desde los tiempos del 11HP y el Hispania que hace más de 25 años eran los gallitos de las Vegas,pues hasta jugaban algunos de sus elementos,con botas de tacos traídas de Inglaterra,por marinos conocidos.¡Y poco que presumían los afortunados poseedores de aquellas joyas que chutaban solas!
Hasta los once llavines que hicieron famoso el nombre de pila,han desfilado por allí legiones de aficionados y presuntos fenómenos.
Los más jugaban con botas de agua de suela bien gorda,que en muchas ocasiones quedaba abierta como un buzón ante un mal punterazo dado al balón.Los menos,con alpargatas.Estos eran los verdaderos propietarios que no les llegaba para botas y preferían aunque fuese jugar descalzos antes de estropear los únicos "calcos" que poseían.
¿Para que necesitaban ellos botas si sin ellas zurraban como demonios?.Eso quedaba para los aspirantes a señoritos a"culines",de los que sólo querían aprovechar los balones que para jugar llevaban.Terminado esto,el desprecio más absoluto.


Romería en  la Campa de los Ingleses-Año 1910.Archivo La Sociedad Bilbaína

¡Pues no tenían quesos duros ni nada acostumbrados a entrenarse dando "chucarras" a todo el mundo!Ellos eran fuertes,machos y ni siquiera se lavaban para fortalecer sus pies.Las botas,para los espíritus femeninos,para los tirillas que debían envolver sus preciosos dedos entre suaves algodones.
Por la campa de los Ingleses desfilamos todos lo que en Bilbao hemos jugado al fútbol de 15 0 20 años para atrás.Ese fue el lugar de aprendizaje de toda la chiquillería bilbaína y donde a fuerza de darse atroces pechadas se adquiráin los conocimientos para ir más tarde a fortalecer otros equipos.
Los domingos únicos días disponibles para la diversión favorita,había que madrugar a fin de coger el mejor sitio del campo el cercano a la Compañía de Maderas,y allí entre boñiga de vaca o de algo menos sólido,se establecían los goales con las chaquetas o las blusas amontonadas.
Y a jugar y a correr como unos descosidos con lluvia o abrasados por un sol de fuego desde las siete de la mañana hasta el mediodía.¿Que importaba la dureza de los elementos,ante la pasión desbordante de una afición?
Realmente no había partidos de fútbol,pues estos empalmaban en las cuatro o cinco horas que duraba aquella locura por jugar,aquél hambre de balón que no se podía saciar.
Era como una borrachera de cuero,algo que no satisfacías plenamente si no se empleaban todas las horas de nuestra estancia en las Vegas.
Al mediodía a casa rendidos de cansancio y empapados,más aún ablandados de tanto sudor.¡Porque cuantas veces por prohibiciones familiares hemos tenido que jugar con la propia indumentaria de la calle!.
Este ha sido un mal corriente que ha perjudicado a muchos jóvenes para quienes la pasión del juego podía más que las reconvenciones de sus padres.
En aquel tiempo se hizo famoso el guardabarreras de la campa de los Ingleses.
Él era el proveedor de medias inglesas a los jugadores de las Vegas y hasta botas,unos "calcos" bastante rudimentarios que solía encajar a los que por ser "culines"podían hacerse con unos ahorros para comprarlos.
La caseta del guardavías fue durante bastante tiempo el bazar proveedor de utensilios futbolísticos a precios asequibles a los bolsillos flacos de la chiquillería.Si había crédito incluso se estiraba y soltaba un par de medias para pagar a plazos.
Probablemente a pesar de los años transcurridos todavía será acreedor de algunos de estos plazos olvidados por el tiempo o por mala intención.
También admitía en su casita que sus clientes pudiesen dejar la ropa mientras jugaban,pues nunca faltaron en las Vegas golfos y maleantes que se aprovechaban del balón ajeno divirtiéndose,y en pago se llevaban la indumentaria de sus amables favorecedores.
La Campa de los Ingleses fue también el lugar de entrenamientos de aquellos muchachos estudiantes que formaban la sucursal del Athletic en Madrid.
No existía todavía el campo de San Mamés y como sitio más cercano se acudía a las Vegas,los Allende,Mandiola,Pérez,Elorduy y tantos otros que desde la ex-corte venían para reforzar el Athletic bilbaíno en los partidos de compromiso.
Allí ante la mirada atónita de los chaveas,daban unos atroces zurriagazos al balón y nos hacían escapar a toda velocidad por temor a su trayectoria.
Por cierto que en la vida hemos visto encajar un chutazo tan tremendo y fulminante como el que recibió el amigo Errasti,presidente de la Federación Vizcaína de Foot-Ball.
Entonces bullía como gran back Allende,que era que era el prototipo del jugador tanque.Potente,sólido,macizo,pegaba cada zurriagazo que solo el aire que despedía conmocionaba.
Errasti,que en aquella época tenía sus pujos de fútbolista,quiso hombrearse al lado de los jugadores fieras y tal vez pensando en asombrarles con alguna de aquellas hábiles jugadas que gustaba ensayar.
Inicio un dribling suave con idea de burlar al gran back athlético;pero este no admitía finuras y que solo entendía de ir al bulto buscando cantidad de materia en sus botazas,le arreó semejante sartenazo que lo tiró tripa arriba costando Dios y ayuda hacerle reaccionar.
Creemos que aquél fue el último dribling con el balón .
Después todos sus driblings a los que siempre ha sido aficionado el amigo Errasti,los ejecutó desde la Federación o desde la junta del Athletic.Y hay que convenir que en esto es el amo.

FIN





Pedro Vallana jugador del Arenas,dirigió la Selección Vasca durante la guerra
Foto Archivo del Athletic  Club de Bilbao


UN RECUERDO DE LAMIAKO-28 de Enero de 1933
Si existen lugares deportivos históricos,pueden perfectamente llevar este nombre el campo de Lamiaco.
Leyendo días pasados que existe un proyecto de convertirlo en una especie de estadio o templo de los deportes al aire libre nos alegramos intensamente de esta idea,porque siempre hemos temido que cualquier día se pudieran plantar berzas sobre su magnífico suelo,el mejor que hemos tenido en cuanto a calidad del terreno para la práctica del sport.
Lamiaco por ser la cuna del fútbol vizcaíno,donde se desarrollaron los primeros balbuceos del juego inglés,debiera perdurar como campo dedicado a la práctica deportiva e incluso en cualquier rincón del mismo se debería colocar una placa que recordase que sobre aquél suelo se inició y cimentó el fútbol vizcaíno,que tanta gloria y tantísimos triunfos ha dado a nuestro pueblo.



El campo de Lamiako,Revista Novedades,Archivo La Sociedad Bilbaína
Julio de 1909
Equipo alemán,Revista Novedades.Archivo La Sociedad Bilbaína
Julio de 1909,acorazado Deutschland atracó en Portugalete.Mandado por el príncipe Enrique de Prusia.
jugaron en el campo de Lamiako y ganó el Athletic.
En el equipo bilbaíno jugaban:Sine,Arzuaga,Belauste,Fickner,Manzárraga,Sena,Iza,Zuazo,Torre y Villaamil.



Zuazo,año 1913 al fondo la Misericordia.Archivo Athletic de Bilbao
Como se honra a un nombre,ilustre estableciendo un recordatorio en la casa donde vio la luz primera,así debe también honrarse la cuna del deporte que tiene acaparado el interés y la afición de toda la península.
Nosotros aficionados viejos,recordamos tenuamente aquellos primeros tiempos de Amann,Ansoleaga,García,Davies,Martínez.Linoe y de tantos otros que iniciaron en Vizcaya la afición al fútbol.
También recordamos perfectamente, como un detalle que se nos quedó grabado en la imaginación,la figura del difunto Acha,el goalkeper(guardameta),férreo,hercúleo,que sujetaba sus muñecas y aprisionaba sus brazos con cadenas para ponerlos en tensión.
Tocados con sus gorrillas o solideos de colores y vestidos con aquellos uniformes blanquiazules,desteñidos,que jamás se lavaban como no fuera por la lluvia que caía encima de vez en cuando.
No es extraño que la fama de sucios les acompañara por donde iban nuestros primeros futbolistas.¡Quién iba a lavar aquello si apenas había para sufragar el viaje a Lamiaco!






Bastante mérito tenían aquellos muchachos que se equipaban totalmente con dinero de su bolsillo particular e incluso costeaban los desplazamientos.¡Para lavanderas estaban!
Siempre han sido un poco arlotes los bilbaínos para los efectos de su indumentaria.Por eso contrastaban tanto sus pringosos uniformes de la época de piedra del fútbol vizcaíno con los pulcros y excesivamente limpios de la Real Sociedad de Donostia o de la Sociedad Ciclista,anterior a esta,con la cual se celebraban los encuentros más interesantes de la temporada.
Lamiaco con su clásica caseta-vestuario que perduró muchísimos años, siempre en igual forma,sin la más leve variación.
Con sus clavos roñados para colgar las ropas y sus innumerables microbios que por allí pululaban y que no morían ni en verano,ni en invierno.Microbios invulnerables.
Por aquella caseta pasaron generaciones de futbolistas y allí se desarrollaron infinitas alegrías y también grandes tristezas y pesadumbres.
El señoritismo invadió aquél campo de Lamiaco,y donde durante muchos años sólo pisaban las botas de tacos o las alpargatas de los leiotarras,pues sus pies eran más fuertes que los tacos y que todos los cueros,se trocaron por las pisadas de los zapatos de hierro de los caballos "pura sangre"para entretenimiento del los polistas.Algo así como si fuera un sacrilegio.(los de Neguri empezaron a jugar al polo,por los años 1920).
Lamiaco con su puente rústico que parecía atacado de tuberculosis,colocado allí para pasar un riachuelo,vio como decimos se desarrolló sobre su césped los comienzos del fútbol vizcaíno.
Allí se celebraron aquellos partidos con el Burdigala,con el Universitari catalán,equipo que desapareció hace muchos años,con el Barcelona de sus modestos comienzos a quién solían propinar de ordinario estrepitosas derrotas.
En Lamiaco también tuvo lugar hace cerca de treinta años una especie de campeonato de Vizcaya,cuando todavía no se había organizado federativamente, ni apenas reglamentaciones.El partido final lo jugaron el Iberia,en el que figuraban Secundino Zuazo,contra el The Rival del Colegio Santiago Apóstol de Bilbao,con sus jugadores Basilio Larrea,Arteche,jugadores con buenos conocimientos futbolísticos.
Tras un match emocionante,disputado encarnizadamente triunfó el Iberia por la mínima diferencia.
El Colegio Santiago Apóstol siempre ha sido un vivero de  buenos jugadores de fútbol. De él salieron entre otros Luis Iceta,capitán del Athletic durante varios años,el gran delantero Seve Zuazo,Zuluaga,Lamana,Hormaza y otros tantos que más tarde fortalecieron los grandes equipos.
En Lamiaco se solía celebrar igualmente en sus primitivos tiempos un campeonato que se llamaba Copa Athletic,en el tomaban parte todfos los equipos que por entonces bullían en Vizcaya.
El Portugalete,El Deportivo de Bilbao,el Arenas antes de pasar a la primera categoría,"Los Indians,el Arrapatzenbasaitu equipo compuesto por muchachotes de Lejona que arreaban leña de gana;el Ariñ-Ariñ,el Chataldija que lo formaban los estudiantes de ingenieros de Bilbao,lo formaban uno de los hermanos Adarraga(guipuzcoanos y excelentes deportistas),el gallego Castro,Rezola etc.
Algunos de estos jugadores del equipo de ingenieros,se pasaron a nuestro equipo de fútbol del Club Deportivo,en el Rekalde-Park.
En aquellos campeonatos se jugaba con todo ardor y hasta con ensañamiento, por lograr el trofeo o la medalla destinadas a los premios.
Las espinillas debían ir bien defendidas,pues existía mucha predilección por acariciarlas por parte de muchos jugadores.
En este particular se distinguía un centro medio que conocímos en los Indians,a quién llamaban Mahoma,escaso de vista pero que soltaba patadas a todos los vientos con gran desenvoltura.Era rara la vez que con el balón no cogía carne humana.
El último año que se celebró el campeonato de la Copa Athletic,la ganó el Arenas,pasando ese mismo año a primera división.
Del equipo lo formaban entre otros Ramón Hurtado,Hormaechea,José Mari Peña y después Vallana gran jugador que también fue socio del Club Deportivo,que tanta gloria dio al equipo arenero.
En aquél campeonato participó Ramón Hurtado atrozmente peligroso,sobre todo cuando hacía de espatadantzari tirando las piernas al aire,al mismo tiempo que cerraba los ojos para no ver los destrozos causados.
Cada vez que pasamos con el ferrocarril eléctrico por cerca de él,ejerce una sugestión especial sobre nosotros,lo comtemplamos y vemos que todavía existe,aún no lo han labrado y sigue su magnífico césped intacto.

FIN

AQUÉL ANTIGUO CAMPO DEL BARACALDO-23 de Febrero de 1933
Las primeras noticias son del año 1910,desapareció y volvió en 1919.
También los campos humildes que como las violetas permanecen casi ocultos e ignorados por los pueblos a la atención de las gentes,merecen de cuando en cuando un recuerdo.
Ellos a pesar de su oscuro origen con la timidez que da la creencia de una insignificancia muy relativa,han podido ser causa de grandes efectos en la historia del deporte.
Antes de existir en Baracaldo el actual campo de Lasesarre,producto del entusiasmo de la inmensa afición y del sacrificio de los baracaldeses,existió un campo abierto a todo el mundo y que hoy es propiedad de la fábrica Altos Hornos,coto cerrado totalmente y al servicio de la misma.
Aquél campo cercano a la estación del ferrocarril,era una especie de las Vegas bilbaínas.En él correteaban infinidad de muchachos,que como hormigas salen de todos los agujeros en este pueblo fabril,aprovechando todos los rincones para establecer sus improvisados campos de juego.
Sin embargo había un lugar preferido claro está,el mejor que se respetaba bastante por la chiquillería bulliciosa. Allí se jugaban los partidos de altura entre el Euzkotarra,por ejemplo y los equipos bilbaínos que todos los domingos acudían invitados para crear el espectáculo que causaba tanto regocijo a los numerosos espectadores del "tifus".
En aquella época el fútbol era todavía primitivo. Apenas existían organizaciones que mereciesen la pena,ni Federaciones que legislaran los innumerables casos y cosas del fútbol.
Por regla general los equipos eran agrupaciones de amigos que cotizaban a la "chirla"o a los dos "tarines"mensuales para indumentaria, una indumentaria que a menudo dejaba bastante que desear, porque no daba para más la vaca.
A este propósito recordamos que abundaban los jugadores para quienes el pantalón corto era hasta un lujo.Se recortaba un pantalón viejo del padre,y si tampoco no se podía apelar a la guardarropía familiar por carecer de existencias,ya se sabía el remedio sencillo y rápido; se subían los pantalones hasta encima de la rodilla,y a corretear sin el menor escrúpulo.
Nadie se extrañaba porque todo el mundo había apelado muchas veces a este recurso original.
Estos partidos domingueros jugados con cierta solemnidad exigían que en el campo existieran goals auténticos de los de madera,no de los fabricados ocasionalmente con ropa de los futbolistas. Porque los resultados de los partidos significaban mucho para el amor propio de los contendientes y por esos la pelota debía pasar con todas las garantías por entre los palos.Nada de goles fules y sujetos a discusiones.
Ya se sabía cuál era la primera operación de los equipos visitantes, a la llegada del tren debían ir a la Sociedad donde se guardaban los largueros que parecían mástiles de un vapor por su volumen y obligatoriamente tenían que cargar con ellos.
¡Hala para adelante, haciendo eses por el camino como beodos, por la flaqueza de las piernas al no poder con aquella metralla que les cargaban en los hombros!
Como el terreno de juego estaba a bastante distancia de donde se almacenaba aquél tormento,resultaba que los pobres jugadores llegaban agotados y con los hombros a la altura de las rodillas. ¡Vaya martingala que se traían aquellos baracaldeses!
¿Vestuarios en el campo?Ni hablar. Allí había que desnudarse y vestirse por el procedimiento primitivo del telón circular,que todos debían hacer alrededor del ciudadano que se ponía en paños menores.Y a veces ni telón hacía falta;tal era la despreocupación de algunos jugadores.¡Para minucias estaban ellos!
El caso era aprovechar bien el tiempo y ponerse con rapidez el traje de guerra.
El progreso y la necesidad,eterna ley de vida,hizo desaparecer aquél campo baracaldés que había visto generaciones de chaveas corretear por su suelo pelado.
Donde antaño pisaban las alpargatas o las botas de los arrapiezos,dieron paso a los enormes zapatos de hierro de las locomotoras y de los vagones,que han quitado todo el encanto que poseían aquellos lugares de diversión y entretenimiento.
No lejos de este lugar, que en nuestros recuerdos tantas veces añoramos, se levantó el actual campo de Lasesarre,como si costara perder de vista al que fue origen de la afición baracaldesa.
Ahora el fútbol de Lasesarre recluido entre las paredes que lo circundan el campo y sujeto a todas las ordenanzas,reglamentos y exigencias federativas,no tiene los encantos de épocas pasadas,cuando los contendientes jugaban en calzoncillos y cargaban los pesados palos del goal.
Sin embargo la afición sigue en ese populoso pueblo,donde son legión los seguidores de aquél famoso Barturen,el delantero arenero de juego desconcertante,imposible de sujetar como no fuera con una camisa de fuerza,que formó toda una época gloriosa del Arenas.
Del pueblo ferruginoso y metalúrgico salen como setas los jugadores duros,valientes,incansables,fundidos en apariencia en sus Altos Hornos y seguirán saliendo en el futuro porque Baracaldo que conoció el fútbol desde los primeros tiempos vizcaínos en aquél campo que todos jugamos,es una cantera inagotable que surtirá siempre de jugadores coriáceos al deporte en Vizcaya.
En el Euzkotarra jugaron en sus primeros tiempos: A. Gana, Fede Esturo,F.Lavado,J.Maturana,Chinchurreta los hermanos Barturen,Larraza,Villanueva,Armengol,Gorostiza.Algunos de ellos destacaron y fueron de indudable calidad.

Goal:Meta,portería

FIN



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