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domingo, 4 de marzo de 2012

HISTORIAS DE BARCOS Y NAUFRAGIOS, EN NUESTRAS COSTAS EN EL SIGLO XIX

La ría de Bilbao año 188...a la derecha las ruinas del Convento de San Agustin,seguido los árboles
el Campo Volantín,a la izquierda el edificio grande la Perla,abajo la isla de Uribitarte con un edificio.






13 de Enero de 1857:
Temporales
Ayer al mediodía hubo un momento en que el cielo pareció querer descargar sobre nuestra villa un terrible huracán.Oscureciose el día y algunas pardas nubes arrebatadas por el duro viento de S.O.surcaron el espacio con una velocidad sin igual.Precisamente en aquel instante acababa de franquear nuestro puerto el bergantín prusiano Paul et August.Su capitán se llamaba Haubrisse,cargado con 700 fanegas de trigo,procedentes de Yarmouth,el cual y a pesar de llevar a bordo su práctico correspondiente,se vio arrollado entre muelles por el huracán y le obligó a varar en la playa del Desierto(San Nicolás),en donde se halla bastante mal parado y tiene que alijar forzosamente para salir  del lecho en que se acostó.
13 DE JUNIO DE 1860:
Nuevos detalles sobre el horrible acaecimiento del bergantín español Don Juan.
El bergantín que se encontraba en alta mar abandonado de su tripulación y conducido el 11 de mayo a Province Town(Boston) por el buque inglés Rienzi y el cual se suponía ser buque negrero,por haberse hallado a bordo todos los pertrechos provisiones y demás requisitos de los buques que hacen este tráfico,ha resultado ser la corbeta española de matrícula de Barcelona llamada Don Juan,su capitán se llama don Juan Canoves es de 143 toneladas y los propietarios se llaman Amell y Milá de Barcelona.

Este desgraciado buque salió de Matanzas a finales de febrero último con destino a Montevideo,llevando 26 hombres de tripulación.El capitán llevaba 35.000 pesetas en metálico y otros efectos de valor,y al llegar el buque a la línea del Congo en la costa occidental de África,se sublevó la tripulación contra el capitán y la oficialidad del buque,que mataron a seis de los tripulantes.
Vencieron a los marinos,ataron al capitán y contramaestre y los asesinaron dándoles una muerte horrorosa,al capitán cortándole la nariz,la boca y las orejas,hasta que murió le iban cortando pedazo a pedazo de su cuerpo.Al contramaestre,le rompieron todos los huesos del cuerpo(con la pata de cabra del buque*) de esta manera se vengaron de su resistencia.(Refuerzo que hay entre la tapa de regala y la cubierta*)
Después de haber matado a todos los oficiales,menos al tercer piloto José Castillo a quién amenazaron con la vida,le obligaron a llevar la derrota del buque hasta la cercana isla de Anguila(Antillas Menores),donde los amotinados echaron los botes al mar,se metieron en ellos y dejaron el buque a la deriva,saltando a tierra.
Se llevaron todos los objetos de valor y las 35.000 pesetas del buque,e inmediatamente fletaron un bote piloto por 5.000 pesetas,para que les condujese a San Thomas en donde parece repartieron el botín,algunos de ellos se embarcaron para La Habana,por conversaciones de ellos mismos durante la navegación se ha descubierto el hecho.
El comandante de marina de La Habana ha apresado a 8 de los delincuentes y a la hora de la salida del vapor Ter,se les había condenado como reos pero se ha suspendido la sentencia hasta que cojan a los demás,para cuyo fin se han dado las competentes disposiciones por la capitanía general de La Habana.


EL NAUFRAGIO DE LA CORBETA LINDA,el día 12 de noviembre de 1862.
En el año 1860 el capitán de la corbeta se llamaba Guillermo Lopategui, y su corredor era Pacho Gaminde que tenía su escritorio en Bidebarrieta 14.
En nuestro número de ayer dábamos a nuestros lectores una tristísima noticia:el naufragio de la corbeta Linda,que al emprender su viaje a La Habana a venido a terminar su vida entre las encrespadas olas de nuestro mar Cantábrico.Muy pocos de los buques que visitan con continuidad nuestro puerto son tan conocidos y tan simpáticos(permítasenos la frase por lo gráficamente que expresa nuestra idea)como la elegante embarcación que a la hora en que trazamos estas líneas se halla luchando contra el embravecido elemento que hará muy en breve pedazos,sus bien delineadas y airosas formas.
En el momento que llegó a nosotros la triste noticia,nos apresuramos a visitar el lugar de la catástrofe.El efecto que produjo en nuestra villa el suceso que en breves momentos nos había trasmitido el telégrafo a las primeras horas de la mañana de ayer,fue intenso y doloroso:había motivos para lamentarse de tan triste acontecimiento,pues abordo de la Linda se hallaban encerrados treinta y cinco pasajeros y catorce tripulantes,en total cuarenta y nueve personas que veían a sus pies una muerte casi segura.
El parte de la caseta de señales era tranquilizador,se reducía simplemente a relatar el naufragio pero dando fundadas esperanzas de que quienes tripulaban la embarcación pisarían sanos y salvos la playa.Felizmente tal ha sucedido;no ha habido que lamentar desgracias de ninguna clase:solo la barca abandonada que queda resistiendo el embravecido ímpetu del mar que se ceba con ella como queriendo vengarse de que se la haya escapado el resto de la presa.
La corbeta Linda se hizo a la mar el domingo último.Con motivo de la festividad del día,multitud de personas presenciaban desde los muelles el bello acto de salida,máxime cuando en ese barco iban a separarse,para siempre acaso muchas personas queridas,que contemplaban con dolor el alejamiento del buque.
La mar inchada y procelosa hacia que la embarcación se balanceara ocultándose entre montañas de espuma y gracias al empuje del elegante vapor Pelayo,que le sacó de la barra pudo el buque ponerle en franquicia y comenzar a navegar.
Desde este momento empezaron los trabajos y las tribulaciones para cuantos montaban la embarcación.
Encajonada nuestra costa en forma de saco con la de Santander,durante todo aquel día y el de antes de ayer la embarcación dirigida por la experta mano de quienes la tripulaban,hacía esfuerzos desesperados por abarcar la mar ancha abandonando nuestra peligrosa costa y hacerlo en un lugar sin peligro inminente.
Los titánicos esfuerzos de la Linda se estrellaban ante el furioso poder de los elementos que conjurados en su contra,querían despedazarla estrellándola contra los enriscados arrecifes de la playa
La barra de Portugalete y la salida el Abra,plano del año 1789
Vicente Tofiño de San Miguel

Poseídos de esa ansiedad indefinible,de ese valor temerario que solo pueden inspirar la desesperación en tales momentos y que es imposible describir,ni puede sentirse en toda su horrorosa magnificencia por los que nunca se han visto expuestos a los peligros de los navegantes,los hombres del mar que montaban el Linda trabajaron con tesón durante aquellas horas que se hacía interminables para salvar el peligro que cada vez se hacía más inminente,más inevitable.Después de una noche de angustias  que se nos ha pintado con los más negros colores.El capitán decidió ganar nuestro puerto a toda costa,no le quedaba ya otra esperanza de salvación.




Los pasajeros yacían tendidos en los camarotes a causa del mareo,los marinos arrostraban con esa serenidad fría que les es tan característica las consecuencias de su peligrosa situación.Todo era terrible y desconsolador el buque en medio de la noche más espantosa,seguía venciendo las iras del huracán que amenazaba tragarlo.Por fin la barca a las primeras horas de la mañana embistió a la barra con temeraria decisión,pues ya no quedaba otro recurso,y después de haber salvado con fortuna su parte más peligrosa y hallándose casi entre muelles la rotura del timón y el ímpetu de la corriente le arrojó casi instantáneamente a la punta de la mojijonera del N.E. donde quedó encallada.
La Linda quedó varada,las olas azotaban con ímpetu sus costados y desde aquel momento comenzó a poblarse la costa de gentes en cuyos semblantes se pintaba la mayor ansiedad.El buque agarrado al fondo sin gobierno y sirviendo de muralla a las olas,había sido vencido.
Lo temible en tan inminente caso era que quienes lo tripulaban y los pasajeros entre los que se contaban algunas mujeres perecieran.En tales momentos con la confusión y ceguedad el capitán señor LUZÁRRAGA había sabido inspirarles tal confianza de que sus vidas no corrían el menor peligro,que todos ellos esperaron con serenidad el momento en que pudieran pisar tierra.
A las siete de la mañana del día siguiente,había varado la Linda pero la reventazón de la mar y lo ampolladas que llegaban las olas a sus costados hacían imposible que se acercasen las lanchas.Afortunadamente la marea bajaba y todos,tanto los que se hallaban en el buque como quienes deseaban acercarse e él esperaron con tranquilidad hasta el instante en que la misma naturaleza acortando la distancia hizo más asequible la salvación de los náufragos,que se verificó con el mayor orden,desembarcando primeramente los pasajeros verificándolo los marinos.El trasbordo se efectuó en lanchas de Portugalete.El segundo comandante el señor Velasco iba en una de ellas y el capitán del barco fue el último en bajar.Al poco tiempo comenzaron a poblarse las inmediaciones de Las Arenas de carruajes y gente que acudía presurosa a presenciar el doloroso espectáculo.
Allí vimos al señor gobernador civil,al señor alcalde constitucional de nuestra villa,al señor ingeniero de la provincia,al comandante de marina señor Velasco,al contador de la aduana señor Llarena,al representante de la compañía aseguradora del buque señor Amann,al señor Bareño constructor-perito de la misma,a don Julián de Unzueta y a otro multitud de personas que no acertamos a recordar.
El primer paso que dio la autoridad fue reunir a los pasajeros y tripulantes del barco y sus equipajes,para proceder a las primeras declaraciones.
Allí vimos repetidas escenas tiernas,esos abrazos tan sinceros y puros como suele serlo en los momentos que se estrecha a una persona querida a quién momentos antes se daba por muerta.
A la hora que escribimos esta crónica son las siete de la noche,el buque sigue en el mismo estado,azotado furiosamente por las olas.
La mar sigue embravecida el viento es recio y todo nos hace pensar que mañana Linda aparecerá en la playa hecha pedazos.
Se ha mandado desde Bilbao un refuerzo de carabineros para que tengan la más escrupulosa vigilancia durante la noche y guarden lo que aún pueda aprovecharse del buque naúfrago,dado el caso que la mar arroje algunos restos a la playa.
Un barco ingles que también pudo en el día de ayer ganar nuestro puerto con gran trabajo después de haber perdido las dos anclas,tocó dos o tres veces en la barra y se pensaba que correría la misma suerte que la Linda,pero por fortuna no sucedió así el viento fuerte que corría pudo arrancarle de la arena haciéndole ganar la entrada sin más percance.
Como decíamos ayer el barco iba lleno de harinas y parte de su carga armas por valor de siete mil duros y latería cuyo coste ascendía a una cantidad considerable.
Reproducimos a continuación una carta en la que se relatan algunos detalles,que nosotros hemos pasado por alto.Dice así:
Señor director del Irurac-Bat
Algorta 12 de Noviembre
Muy señor mio:Hoy a las 6 y 50 minutos de la mañana acometió el barco Linda a la barra con mucha mar y viento fuerte achubascado.El primer golpe de mar le hizo barar,y el segundo le causó la pérdida del timón,navegando en este estado a merced de los porrazos de mar zarpando la escollera de la parte norte.Próximo al muelle de la misma parte quedó el buque en medio de las resacas que forman Las Arenas en ese punto.
La confusión que naturalmente reinaba al principio entre los pasajeros y tripulantes,llegó hasta el extremo de desnudarse dos de estos para arrojarse en brazos de una muerte casi segura.
Allí permanecí hasta que observé que se habían tranquilazado.
Eran las ocho de la noche, cuando se presentaron algunos marineros de Portugalete,entre ellos el guarda-ria señor Arechavala.A corto rato se reunieron cuatro lanchas de Portugalete con el piloto mayor a bordo y la del resguardo de mar,y abordando con bastante exposición,fueron con orden desembarcando los pasajeros y equipajes,sin que hubiese que lamentar desgracia alguna.
El segundo comandante de Marina pasó a bordo en una lancha y regresó dejando solos a los tripulantes.
En tal estado se personó con el señor Cortina el armador del buque,don Andrés Isasi y en el  momento en que le pedía parecer sobre el salvamento del aparejo etc...se hallaban dos lanchas al costado del buque,recogiendo el resto de los equipos y objetos sueltos,sin que un solo individuo subiese a aferrar,desenvergar y hacer otras operaciones que se requieren en el momento,pues bastante tenían que atender para sujetar las lanchas al costado.
Entretanto se propuso al señor Isasi para que tomase gente marinera y dispuesta para pasar a bordo,alistando 17 hombres voluntarios y disponiendo que el mayordomo de la cofradía de Algorta fuese por tierra a la escollera con 12 o 14 hombres,para recoger los objetos que  se fueron desprendiendo del buque naufrago,se embarcaron y llegaron hasta él,pero en aquel momento viendo los tripulantes de las lanchas que los llegaban era gente de Algorta.Mandados por el señor Cortina,hubo discusión sobre las preferencias sobre si debían ser los hombres de Algorta o  de Portugalete los que debían subir a bordo del barco.El dueño estaba en su derecho de elegir a los hombres oportunos y por el escogidos.
La multitud de personas que habían asistido al sitio de la catástrofe,presenciaron al anochecer un espectáculo parecido al que se había verificado a las primeras horas de la mañana,pero sin que por fortuna tuviese el doloroso desenlace de este.
El quechemarin Magdalena,venía a todo trapo en demanda del puerto hostigado por el desencadenado huracán que rugía sordamente,y la multitud presenciaba con interés y terror los esfuerzos de aquella pequeña embarcación que no se veía en determinados momentos en que parecía que las olas lo enterraban en sus abismos.Por fin al encallejonarse entre los dos muelles,un hurra! pobló los aires y saludó con entusiasmo a la humilde embarcación,que había sabido vencer al furioso elemento.
A última hora nos comunican en un despacho telegráfico de Portugalete,que la Linda ha desaparecido en pedazos.

NAUFRAGIO DEL BERGANTÍN -GOLETA AUDAZ,DEL CAPITÁN GARTEIZ 13 de Noviembre de 1862.
Cuando apenas desaparecían de las playas de Algorta los vestigios de la que fue corbeta Linda y cuando poníamos ayer por la mañana la planta en el húmedo muelle de Las Arenas,a donde nos trasladamos para presenciar los estragos que había causado la mar durante la noche en aquella velera embarcación construida por el señor Unzueta,miramos al pardo horizonte y a la mar algo más sosegada que la víspera y divisamos por el este una vela empujada por el duro viento del N.O. Al verla,nos apiadamos de los tripulantes de la embarcación que la sostenía,y nuestro corazón le envió un saludo por haberse salvado del huracán que bramó toda la noche anterior.
La mar estaba algo inquieta,pero poco,el viento era fresco del N.O. y la ría algo engrosada por las lluvias y chubascos,arrastraba bastante corriente en su desagüe.La marea bajaba rápidamente y tenía tres horas de vaciante.
El buque que habíamos avistado,metióse en el Abra y contra toda esperanza y ley marinera pusose en facha como para acometer la barra.Así que lo vio el piloto mayor,hízole seña desde la torre de banderas del muelle de Portugalete,de la inutilidad de la acometida,fundándose muy justamente en que las condiciones del puerto en aquél instante eran las peores para darle entrada.Y así era en efecto,ya por la falta de agua en la barra,ya por la recia vaciante del rio,cuanto porque aquella ofrecía bastante riesgo,por las olas que sobre ella rompían.El buque sin embargo,seguía su rumbo viento en popa y todos los circunstantes comprendiendo el inmenso peligro que iba a correr,tenían fija la vista en él,temiendo el desastre.
Ya el piloto mayor al ver la tenacidad del capitán del buque para ganar el puerto,sin duda porque no podía recalar en otro,no tuvo más remedio que hacerle las señales de la dirección  que había de seguir,y a las 10,30 llegaba la nave a la barra.
Sobre sus palos no se veían más que una gabia y un velacho,y si bien el viento era algo duro,casi todos estábamos persuadidos de que era para vencer la corriente del rio que se estancaba en la barra,le era preciso la fuerza de la vela y empuje violento.Colocado ya en sus aguas siguió gobernando perfectamente y al salir de ella quedó estancado un rato sin poder vencer el desagüe del rio.Soltó los dos foques para obtener más ímpetu,pero sin éxito y flameando un poco las velas por falta de aire y dando unas pequeñas viradas,fue por fin corriéndose sobre el banco del S.O. donde tocó hasta quedar varado del todo,largando en ese momento la bandera de socorro.Venía sin práctico a bordo.
En los primeros momentos de llegar el buque a la barra,salieron varias lanchas de Portugalete,sin duda con objeto de dar auxilio al buque,pero les vimos regresar con no poco dolor,cuando quedó varado frente a Peñota.No pudimos comprender aquella maniobra,porque ni la mar estaba mala,ni había riesgo en acercarse a la embarcación que se hallaba barra adentro,más los tripulantes de las lanchas retiráronse a su fondeadero y quedó el bergantín-goleta abandonado a su merced de las olas y del viento.
El segundo comandante de marina e ingeniero de la provincia que estaban desde la mañana en Las Arenas de Algorta,al presenciar el siniestro se trasladaron rápidamente al otro lado de la ría,sin duda para dictar las medidas más convenientes del salvamento del buque;más como el accidente fue tan imprevisto y faltaron los elementos para su pronto auxilio,el buque quedó cerca de una hora sin ayuda alguna.
Cansados ya los tripulantes de esperar,echaron la lancha al mar,bajaron algunos a ella,ya se disponían a embarcar sus equipajes,cuando vimos salir de Portugalete una lancha bien esquifada y dirigirse sin la menor novedad al buque naufrago.Llenó de regocijo,otra lancha salió hacer lo mismo atracando su gente al buque y disponiéndose a picar los palos,porque la vimos trepar por los aparejos pero hubo de desistir de esta idea,porque algunos momentos después volvió a embarcarse y regresar a puerto.
La lancha de carabineros  de mar salió la última y por cierto no pasó de la punta del muelle,sin dar popa a la barra.Los tripulantes desembarcaron en la escalinata primera del muelle de Portugalete.
Pocos momentos después volvimos a la villa,apenado el corazón de haber presenciado un siniestro inesperado y dejando al desgraciado Audaz,dando bandazos a babor y estribor,abandonadas las velas a merced del viento y expuesto a que por la noche no deje vestigios siquiera de lo que fueron su casco y aparejo.
Este buque navegaba con sal desde Cadiz para Bilbao,e ignoramos si esta asegurado.
Sobre los montes que confinan en la Peñota vimos una multitud de gentes,que quiera el cielo no llevasen la intención de las que se presentaron en la playa la noche del lunes.
Muy pronto nos ocuparemos de estos y otros sucesos que bien merecen llamar la atención de nuestras autoridades y nuestro comercio.

El día 24 de Marzo de 1868,se intentó volar el casco de la corbeta Manila,sumergida en la boca del puerto de Portugalete,pues la arena que la va cubriendo impide trabajar a los buzos.El torpedo preparado al efecto no prendió fuego y se frustró la tentativa

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